Con un fenómeno del niño cada vez más intenso, los registros muestran que el aumento de grados avanza hacia un récord de temperatura en Medellín y el Valle de Aburrá. Las consecuencias negativas a los efectos asociados al bienestar y la calidad de vida de los habitantes de la región pueden ser cada vez más significativos.
El pasado sábado 5 de agosto de 2023, el medidor de temperatura y sensación térmica de la Pista Multipropósito del Aeroparque Juan Pablo II marcó una cifra nunca antes vista en la ciudad.
La principal hipótesis de este hecho está asociada a la hora del día, al material del puente peatonal que hay en el lugar. Esto, sumado a la ubicación del escenario deportivo, en el costado occidental de la gran pista de más de 2.500 metros de extensión.
De acuerdo con los datos del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá – SIATA, la radiación ultravioleta también ha estado en niveles extremos durante los primeros días del 2024.
La crisis es cada vez más evidente en las megaciudades
Aunque la variación en los grados y los récord de temperatura en varias regiones del país, ciudades como Medellín están más expuestas a los efectos. Según ONU-Hábitat, las altas temperaturas en las ciudades tienen una serie de consecuencias negativas para el medio ambiente, la salud humana y la infraestructura urbana. Algunas de las principales consecuencias incluyen:
- Estrés térmico y problemas de salud: Las altas temperaturas pueden causar estrés térmico en las personas, lo que puede dar lugar a problemas de salud como golpes de calor, deshidratación y agotamiento por calor.
- Aumento de la contaminación del aire: puede aumentar la concentración de contaminantes en el aire, como el ozono troposférico, que es perjudicial para la salud respiratoria. El calor también puede aumentar la formación de partículas en el aire. Afectando a las personas con enfermedades respiratorias.
- Mayor consumo de energía: Para combatir el calor, se usan sistemas de aire acondicionado con más frecuencia, lo que conduce a un aumento en el consumo de energía eléctrica y la emisión de gases de efecto invernadero.
- Daño a la infraestructura: Las altas temperaturas pueden dañar la infraestructura urbana, incluidas las carreteras y las vías férreas, debido a la expansión y contracción del material.
- Mayor demanda de agua: El calor puede aumentar la demanda de agua en las ciudades, lo que puede llevar a escasez de agua o estrés hídrico.
- Mayor riesgo de incendios forestales: Las altas temperaturas pueden aumentar el riesgo de incendios forestales en áreas cercanas a las ciudades. Estos incendios pueden poner en peligro vidas y propiedades, así como afectar la calidad del aire en las ciudades.
¿Qué hacer ante las altas temperaturas en las ciudades?
En el momento en que el IDEAM declaró el inicio del fenómeno del niño indicó que este podría extenderse durante el primer trimestre del 2024. Una señal de alerta para todas las ciudades y comunidades en todo el país. La gran biodiversidad del país está siendo cada vez más amenazada. Es imprescindible fortalecer la articulación de los organismos regionales, departamentales y nacionales hacerle frente al fenómeno.
Con el objetivo de enfrentar este fenómeno, muchas ciudades están implementando estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático. La creación de áreas verdes, la promoción del transporte público, la adopción de tecnologías más eficientes son algunos ejemplos. Esto, acompañado de la concienciación pública sobre la importancia de reducir la huella de carbono.
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