El relleno sanitario La pradera está ubicado a 57 kilómetros de la ciudad de Medellín. Este relleno se ha convertido en el lugar donde las consecuencias de una errónea gestión de diferentes actores sale a la luz. Es un problema público que aparentemente es manejado de forma correcta pero que se convierte en una bomba de tiempo. El problema radica en 3 componentes, el crecimiento demográfico, la cultura ciudadana de reciclaje y las políticas públicas de reciclaje.
Todas las sociedades generan residuos, es un acto propio de todos los seres humanos. Esto, ha llevado a que la concentración de grandes metrópolis urbanas lleva a buscar lugares alejados de la ciudad para depositar nuestros residuos. La mayoría cumplen la característica de ser un lugar alejado para proteger nuestras comunidades en temas de salubridad.
Medellín ha visto como un crecimiento acelerado en su demografía impacta en su territorio. Esto es posible evidenciarlo en su primer relleno sanitario ubicado en Moravia, hoy parte del amplio centro de la ciudad. Luego en su segundo relleno sanitario ubicado en la vía hacia el oriente antioqueño, conocido con el nombre de la curva de rodas.
En la actualidad, la ciudad y otros 22 municipios, pagan para que se entierren los desperdicios en un territorio del municipio de Don Matías. Esto hace que la ciudadanía normalice la situación, es muy fácil depositar el problema en forma de bolsas de basura afuera de nuestras casas.
Crear cultura entorno al Relleno Sanitario La Pradera
La cultura entorno al reciclaje es una lucha constante por un cambio en los paradigmas de la sociedad actual. Medellín cuenta con una vasta alfombra verde que cubre sus montañas y su ubicación estratégica la hace rica en recursos hídricos. Además, con un clima cambiante que gusta a muchos, son algunos de los factores por los cuales la cultura de un ambiente sostenible se ve distorsionada por un panorama ficticio. Desde Emvarias, empresa encargada de la recolección de los residuos en la ciudad, se realizan campañas para que la comunidad separe sus residuos y los entreguen a los respectivos recicladores y camiones de basura. Aunque lo anterior está muy bien, existe un problema aún más grave en el valor que recibe la empresa prestadora del servicio. Este consiste en que se le paga en peso la cantidad de residuos que lleve al relleno sanitario de la pradera.
Por último, es importante resaltar los esfuerzos que se han realizado desde las diferentes administraciones tanto a nivel municipal y regional en cuanto a la creación de algunos decretos, programas y proyectos además de la mayor presencia que tiene el concepto de reciclaje y de recuperación de residuos en las diferentes comunidades.
El camino es largo en lograr construir una base estructural y fuerte para que se lleve a cabo una metodología en la que los diferentes actores de la ciudad estén incluidos y por ende de la sociedad logre satisfacer sus diferentes necesidades de esta problemática que se encuentra a 57 kilómetros de nuestra ciudad. Un factor clave está en reconocer y entregarle el valor que los recicladores tienen en nuestra ciudad, comenzar a ver como parte de la solución y no como parte del problema.
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